El atardecer comienza con la historia y la termina, dando lugar a la oscuridad.
Un surfista saca su rabia con un grito proyectado hacia el mar, en la otra punta de un acantilado, un abuelo con su nieto lo escuchan, mientras esperan al gran pez.
Pero el Abuelo está preocupado, la madre de su nieto no quiere que sigan pescando juntos, dice que el está senil.
Al mismo tiempo un hombre con mala reputación entra al bar de la madre, pero hoy se comporta de una manera extraña, con su mirada perdida en la nada, actuando como un mono.
De alguna manera estas tres historias están entrelazadas: El mar ahoga todas las penas.